miércoles, 2 de enero de 2008

Confiemos todos los dias un poco mas!

Hermanos!



En esta entrada quiero contarles como nacio esto. Para que puedan comprender aun mas y entender si le hace falta a alguno, los porque, los para que, los como, cuando y donde de este imnenso regalo.

Lo que les quiero contar no es para que crean, ni que piensen que somos buenas personas, que somos santos martires, o algo raro de ese estilo, que nuestro nombre salga en el diario o en una revista, no es para figurar, lavar culpas, o sentirnos bien con nosotros mismos, hacer negocio de esto, ser una ONG o una asociacion civil, escribo esto solo por la necesidad que tenemos de seguir ayudando a otros hermanos, con un espiritu fraterno, gratuito y desinteresado que solo quiere ser respuesta desde un testimonio real y cotidiano, de cual puede llegar a ser la alegria y el gozo que podria haber en nuestras vidas, si Confiaramos todos los dias un poco mas, y que a partir de ello compartieramos la vida con los demas, sobretodo con los mas pobres, predilectos de Dios.

Mi Madre, Nancy Lizana, laburo 3 años junto con muchas otras mujeres en un comedor haciendo de comer y dando catequesis aparte, en un barrio muy pobre cerca de casa, el Barrio Santa Maria, a 5 cuadras de mi casa, y a 10 de las zonas mas pudientes de la localidad de Pilar, Pcia de Bs.As.

Ella siempre me invito, yo no le daba bola, iba de vez en cuando, le tenia miedo, me causaba rechazo.
Hasta que un dia me dijo que Dios la invito a hacer eso, que era un proyecto que el le regalaba para vivirlo. A partir de ello me comprometi, y por eso al principio queria salvarlos a todos! Pero fue luego, cuando empece a conocer a Dios, que me di cuenta que todo pasaba por compartir la vida con ellos, vivir con ellos, no solo ayudar y irse de nuevo cada uno para su casa, sino realmente vivir con intensidad el Reino de los cielos, disfrutar del Gozo y la Alegria que hay en el. Y fue asi como Dios hizo bello eso que me parecia horrible en principio.
Asi entonces la ayudamos en la primer casita, que era para Josefa y sus 5 hijos, encima nos ayudaron los evangelistas, mas copado todavia. (aca abajo una foto de como esta ahora y como era antes su casa) Si hacen click en la foto, se agranda y la pueden ver mejor, mas grande.




Mi vieja no laburo mas en la capilla, ni en el comedor porque el padre a cargo de la capilla decidio cerrarlo ya que consideraba que no habia que mezclar fe y comida, luego se hicieron cargo los hermanos evangelistas y ellos hoy se siguen haciendo cargo de los 90 chicos que comen todos los dias.

Entre la gente que laburaba con mi vieja quedo una chica que se llama Liliana Bazan, que es la encargada, de distribuir la leche y la polenta en el barrio que da la municipalidad.
Ella conoce muy a fondo la realidad de cada persona del barrio, porque vive en el barrio.
Ella nos retrasmite la necesidad, vemos si nos da el cuero, primero nos acercamos a la familia que necesita la ayuda, comenzamos a crear un vinculo fraterno antes que nada. Y sin decirle nada, para no generar expectativas antes de tiempo, empezamos a juntar la plata.
Una vez que la tenemos compramos lo que necesitamos. Y ya con los materiales les damos la sorpresa.
Y ahi manos a la obra, a laburar, cuando arrancamos vamos segun el tiempo de ellos, porque la mayoria labura de parquista o limpiando casas en el caso de las mujeres.

Por regalo de Dios, nacio el ayudar a otra familia, la de Corina (de la cual subimos fotos en la entrada anterior), juntamos materiales, juntamos dinero, y algunos amigos incluso nos ayudaron en la construccion.

Recientemente pudimos juntar dinero para ir a buscar ladrillos para la familia de Raul, y asi podamos empezar a levantar la casa, esta vez un poco mas firme que las otras por ser de cemento y ladrillo.

De cada experiencia podriamos escribir un libro entero! por la riqueza que hay en cada una de ellas, porque en ellas, nosotros, si digo nosotros, porque somos varios los que nos encontramos con el Dios de Jesus, el Dios que no tiene donde recostar la cabeza, viviendo la cotidianidad de ello, por su amor gratuito, que Dios nos convierte en hombres y mujeres plenos.
Experiencias, llenas de paciencia e impaciencia, llanto y alegria, risas, enojos, fuerza y cansancio, trabajo y compartida de mate y torta frita, vida cotidiana, vida ordinaria, vida llena de Dios.

Les mando un gran abrazo! y les seguimos dando las gracias a todos los que juntos hemos elegido Confiar un poco mas todos los dias, y a partir de ello compartiendo la vida cotidiana, nos transformamos poco a poco en hombres y mujeres plenamente felices.

Si quieren sumarse, ayudar con lo que sea, estamos juntando fondos o materiales o precios mas bajos, lo que sea! para una nueva casita para otra familia del barrio, escriban a unafamiliayunavivienda@gmail.com

Claudio Fuentes, Familia y Amigos